Editorial
La incorporación de 440 nuevos docentes tras el último Concurso de Oposición y Merecimientos, representa para la Universidad Central del Ecuador el renovado compromiso y la certeza de que la Institución se acerca a pasos gigantes hacia la excelencia académica, por lo que el Comité de Ética les hace llegar un saludo fraterno y la bienvenida al Alma Máter de la patria.
Sólo quien es capaz de entender la docencia desde el compromiso y la justicia puede asumir esta responsabilidad, estamos seguros de la capacidad profesional de los nuevos maestros y entendemos que su valía personal afincada en sólidos valores y principios éticos será un aporte fundamental en la consecución de los objetivos institucionales.
Esto es lo que la Central espera no sólo de los docentes recién incorporados sino de todos, sobre todo de aquellos que han ejercido la docencia por varios años: compromiso, trabajo y honestidad, sólo así podremos hablar de una verdadera docencia, una docencia en la cual el maestro exija en sus alumnos lo que se exige a sí mismo, donde la principal fuente de enseñanza sea el ejemplo y los estudiantes el mejor testimonio del trabajo diario.
Por ello auguramos éxitos a los nuevos docentes, se integran a la más antigua Universidad del país, con un respetable legado académico e investigativo, con una gloriosa historia y tradición rebelde, estamos convencidos que ustedes sabrán responder a esa responsabilidad y serán el puntal en el cual se afianzará la Universidad que nos merecemos.
Sólo quien es capaz de entender la docencia desde el compromiso y la justicia puede asumir esta responsabilidad, estamos seguros de la capacidad profesional de los nuevos maestros y entendemos que su valía personal afincada en sólidos valores y principios éticos será un aporte fundamental en la consecución de los objetivos institucionales.
Esto es lo que la Central espera no sólo de los docentes recién incorporados sino de todos, sobre todo de aquellos que han ejercido la docencia por varios años: compromiso, trabajo y honestidad, sólo así podremos hablar de una verdadera docencia, una docencia en la cual el maestro exija en sus alumnos lo que se exige a sí mismo, donde la principal fuente de enseñanza sea el ejemplo y los estudiantes el mejor testimonio del trabajo diario.
Por ello auguramos éxitos a los nuevos docentes, se integran a la más antigua Universidad del país, con un respetable legado académico e investigativo, con una gloriosa historia y tradición rebelde, estamos convencidos que ustedes sabrán responder a esa responsabilidad y serán el puntal en el cual se afianzará la Universidad que nos merecemos.